Nos encontramos en el año 2028, en la ciudad de Melkart un archipiélago situado al sureste de Rusia, un lugar altamente radioactivo y devastado por una guerra que estalló hace cinco años.

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Rusia 2020, tras conflictos políticos con varios países enemigos y numerosas sanciones económicas, asfixiado por la pobreza y el caos social inicia una guerra contra sus vecinos los Japoneses. Esta guerra se prolonga un año y Japón con la ayuda de los Estados Unidos se intentan proclamar como victoriosos de la Tercera Guerra Mundial atacando por toda la costa del norte de Rusia. Para ese entonces Rusia se encuentra al borde de la extinción territorial e incapaz de subsanar económicamente los recursos médicos y de primera necesidad para sus ciudadanos, las fuerzas militares van cayendo demasiado rápido y el armamento cada vez es más limitado.

 

El gobierno ruso sediento te venganza pero destrozado económicamente decide tomar un último y desesperado intento de ganar la guerra. Rusia decide desviar todos sus últimos recursos económicos a un estudio exhaustivo en la experimentación y manipulación del ADN y La construcción artificial de células utilizando a todos sus rehenes como sujetos de experimentación. La principal estrategia de Rusia se convierte en crear una nueva raza humana, casi inmortal capaz de transformar a los ciudadanos que queden en super humanos.

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Cuando Rusia cree que ya tiene una vacuna que llevará al país a la victoria comienzan a aplicarla a toda la población.

El resto de países alarmados deciden importarla de contrabando gracias a espías americanos considerando que si es eficaz sería tan valiosa y peligrosa como cualquier armamento nuclear.

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Por desgracia, la vacuna resultó ser un fracaso, el 70% de la población mundial murió rápidamente, esta vacuna sí que conseguía la creación celular, pero estas nuevas células se mostraban independientes al resto, a los pocos meses eran capaces de multiplicarse y crear microrganismos con cierta dependencia a las descargas eléctricas emitidas por el cerebro hasta que el sujeto llega al punto de "No Retorno" el cual estos organismos se consideran invadidos por el sistema celular biológico del sujeto y deciden atacarlo mostrando los síntomas de putrefacción de los órganos. Cuando los individuos están al borde de la muerte estos organismos mantienen el cerebro con vida con la única intención de utilizar su cadáver como medio de transporte a otro cuerpo sano para sobrevivir.

El 30% que sobrevivió mostro frenar de forma natural la multiplicación celular no biológica, pero por lo que se conoce, en el momento en el que fallecen esta actividad celular despierta y continua con el mismo proceso.

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Desde entonces no existen gobiernos ni leyes, la única condición es mantenerse con vida, algunos tienen la esperanza de encontrar alguna especie de antídoto o medicamento capaz de eliminar todo rastro de aquella vacuna que acabó con el mundo. Otros asociaron este suceso a algo divino necesario mientras que otros fanáticos lo consideraron como el resurgimiento del infierno en la tierra. 

Apartado de cualquier pensamiento o esperanza nuestro mundo, o al menos el que considerábamos mundo de mantiene en un estado de punto muerto, literalmente muerto. Exista remedio a todo lo ocurrido o no, tan solo queda sobrevivir y empezar de cero.